LA PREVENCIÓN: UNA DIMENSIÓN NECESARIA
El nuevo lenguaje preventivo en la estación lluviosa panameña incluye el anuncio de la llegada de “ondas tropicales” acompañadas de lluvias de diferentes intensidades y elementos atmosféricos complementarios (vientos, actividad eléctrica etc) que permiten a la población tomar algunas medidas que si bien por si solas no garantizan ausencia de afectaciones, ayudan de una u otra manera a estar “alerta”.
En el mes de octubre del año en curso se anunció la onda tropical número 36 que correspondió al periodo del 10 al 15 de dicho mes y en que la acumulación de lluvias provocó serios estragos en las provincias de Colón, Panamá. Panamá Oeste, Coclé y con impactos en las otras provincias de la Region de Azuero.
Los noticieros informativos de la fecha presentaron imágenes elocuentes de inundaciones, deslizamientos, cauces de ríos con acumulación de desechos, calles y avenidas anegadas con efectos sobre la seguridad de automóviles y conductores y todo esto acompañado del mensaje que indicaba que se trataba de “lluvias propias de la estación”.
Días después las imágenes de las calles de la Ciudad de Colón inundadas debido a daños en las bombas pluviales de la ciudad indicaros las grandes incomodidades que afectaron a transeúntes, empresas, viviendas y conductores en la ciudad.
Previamente los efectos del Huracán Julia sobre diferentes países condujeron de manera preventiva a la suspensión de las clases el lunes 10 de octubre en todo el territorio nacional.
Ante la situación climática las autoridades metereológicas indicaban que los efectos de la actual estación lluviosa se extenderían hasta el mes de noviembre y posiblemente diciembre.
Hay que reconocer que las alertas y la información sobre los eventos atmosféricos en la estación lluviosa han mejorado de mano de la labor de las entidades responsables como SINAPROC y el Ministerio de Ambiente y que los medios de comunicación también contribuyen para que la población esté “más al tanto” Sin embargo se hace urgente la promoción de una cultura de prevención ciudadana frente a los riesgos ambientales y que esto se traduzca en menor afectación por circunstancias vinculadas a inundaciones en áreas cercanas a ríos y quebradas, deslizamientos y también por conductas temerarias de personas que asumen retos en situaciones de peligro como se observan en imágenes difundidas por diferentes medios. Todo lo anterior debe ir acompañado de políticas,
programas y medidas de diferentes entidades vinculadas a los efectos de la estación lluviosa. O sea “prevenir para evitar”