En escrito anterior “OBSERVA PANAMÁ” entregó algunas opiniones y consideraciones en torno a la recomendación estándar de que la distancia física entre personas en diversos espacios sea de 2 metros para evitar el riesgo de contagio del COVID 19. En esta ocasión traemos nuevas evidencias y puntos de vista que indican que los dos metros no es un parámetro escrito en piedra.
MARÍA VAN KERKOOVE Y LA OMS
María Van Kerkoove Epidemióloga de la Organización Mundial de la Salud reafirmó la postura institucional de la entidad en el sentido de recomendar mantener al menos 6 pies de distancia física de los demás para prevenir el contagio.
La Organización Mundial de la Salud que en un momento afirmo que el COVID 19 no se transmite en el aire posteriormente aclara que la transmisión aérea si puede ser posible en circunstancias y entornos específicos.
Fuente: reportaje de Rachel Nania. AARP. 10 de abril de 2020
DOCTOR JUSTO MEDRANO
El Doctor Justo Medrano quién fungiera como Decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología de la Universidad de Panamá, agrega a sus comentarios anteriores los siguientes:
“Llama la atención en este tema el uso de la categoría “corta distancia”, cuando se sabe que la velocidad del viento puede tener valores que impulsan objetos macroscópicos a grandes distancias y con mayor razón, objetos microscópicos. Bien conocidas son las tormentas de arena e incluso lluvias de peces en algunos sitios donde la fuerza del viento sobre la superficie del mar crea trombas marinas que succionan agua junto con peces y los transporta a grandes distancias.”
A lo largo de la historia, señala el Doctor Medrano, se rechazaron muchas ideas avanzadas que estaban por delante del desarrollo social de cada época, pero, al final y a través del tiempo se impusieron ante la fuerza de los cambios que al final es lo que impulsa la historia de la humanidad.
DOCTOR PABLO CORNEJO E INVESTIGADORES DE LA UNIVERSIDAD DE CONCEPCIÓN, CHILE.
En la Ciudad de Concepción. Chile, tres investigadores chilenos dirigidos por el Doctor Pablo Cornejo, investigador del Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola y académico de la Universidad de Concepción a la cual están incorporados sus dos colegas señaló textualmente lo siguiente: “Un estornudo que interactúa con el viento se caracteriza por presentar dos tipos de partículas: Unas más grandes de 400 a 900 micrometros que toca el suelo a una distancia de 5 metros y que permanece en el aire, en promedio 2,3 segundos. Pero hay unas partículas más pequeñas de 100 a 200 micrometros que son transportadas por la turbulencia a una distancia que fluctúa entre 8 y 11 metros y que tocan el suelo en un promedio de 14 segundos.” De acuerdo a los investigadores esto es aplicable al COVID. El estudio se inició antes de la aparición del COVID 19 y buscaba diseñar modelos computacionales en torno a variables como los desafíos de una ciudad, un viento promedio, y la interacción de los edificios en el flujo del aire. Con la aparición del COVID 19 se aplicó al estornudo de una persona normal en el marco de la pandemia.
Fuente: Centro Interdisciplinario para la investigación Acuícola. Concepción Chile.20 de abril de 2020.
HU SHIXIONG. CENTRO DE CONTROL Y PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES DE HUNAN, CHINA.
Estudio realizado en base a observación y diagnóstico de las líneas de contagio a partir de pasajeros que viajan en transporte público EN Hunan descubrió que el COVID 19 puede permanecer en el aire durante al menos 30 minutos y viajar hasta 4.5 metros. Se analizó el contagio interpersonal a más de dos metros de distancia dentro de un mismo medio de transporte. La línea de contagio alcanzó la distancia de 4.5 metros dentro del mismo medio de transporte y además se dio seguimiento a personas que hicieron trasbordo a otro medio de transporte para rastrear la línea de contagio.
Una contradicción detectada: algunos pasajeros sentados inmediatamente al lado del portador no se infectaron aun cuando estaban más expuestos por la cercanía del contacto.