Las muertes de dos lideres ambientalistas ocurridas el pasado 7 de enero en la Aldea La Concepción en la costa norte de Honduras deja un sabor amargo en la sociedad hondureña y a nivel internacional dadas las circunstancias previas que rodean ambas muertes
Jairo Bonilla y Aly Domínguez dos conocidos ecologistas y defensores del equilibrio ecológico de los Rios Guapinol y San Pedro y críticos de las operaciones de la empresa minera dedicada a la extracción de óxido de hierro en el área circunvecina fueron víctimas de un atentado que les costó sus vidas en un incidente que debe ser investigado y aclarado por las autoridades competentes sin asumir de manera apresurada que el móvil de los asesinatos haya sido “el robo”
Ojalá que las esferas judiciales del país hermano procedan a la aclaración de los hechos ante las dudas y la percepción
pública de que el motivo bien puede estar vinculado al protagonismo que las víctimas habían mantenido por la defensa del medio ambiente en la zona de La Concepción.